"Las ideas son menos interesantes que los seres humanos que las inventan" FranÇois Truffaut

martes, junio 09, 2015

El orgullo, pero también la vergüenza, de ser español

Los nacionalistas españoles están muy cabreados con los nacionalistas catalanes y vascos, así que aplicando el mandato bíblico que manda pagar pitido con pitido, ofensa con ofensa, les insultan: "Aduriz: Yo me cago en tu puta madre" (Josele Sánchez). Y sostienen que en el lugar del Borbón le hubieran soplado a Mas un par de hostias. Se ve que son lentos leyendo y aún no han llegado al Nuevo Testamento -aquello de que hay perdonar a los que nos ofenden-. El problema, claro, está en que tanto unos como otros tienen la misma noción de esa cosa llamada "nación": entre la superstición y el mito, entre el dogma y la fe (por eso los nacionalistas de todo pelaje suelen ser también personas religiosas, entre Santiago-y-cierra-España y la Moreneta). Sin embargo, hay otra manera de entender el concepto de "nación", a la liberal, algo así como un contrato negociable voluntariamente entre las partes. Para empezar, tendríamos que calcular cuál es el precio de la unidad de España y después ponernos a negociar. Creo que nos sale a cuenta a todas la partes seguir juntos pero solo en el caso de que España sea una suma positiva en la que todas las partes ganen. Ahora mismo, entre pitidos e insultos, esto parece la República de Star Wars, unos añorando a Darth Vader y otros creyéndose jedis. Yo, por supuesto, donde esté Natalie Portman.

La diferencia entre el patriota y el nacionalista es que el primero siente orgullo por su país, por la herencia positiva que ha recibido y trata de mejorarla.  Pero también vergüenza por aquellos aspectos negativos que no trata de esconder sino de remediar en lo posible.  El nacionalista, sin embargo, es incapaz de autocrítica, como decía, entre el dogma y la superstición.

Por cierto, ya hay dos tráilers de la nueva entrega de George Lucas.  Como casi siempre, me temo que la película será regular.  Pero en marketing no hay quien les gane






1 comentario:

Antonio dijo...

Por una vez citaré a Savater (si no me equivoco):
Saber que se forma parte de una nación no supone obligatoriamente ser nacionalista, lo mismo que tener apéndice no implica padecer apendicitis.

Un saludo